martes, 23 de noviembre de 2010

Los Medios y La Gente



La sociedad ignora el poder real que tienen los medios de comunicación. Obviamente que las preocupaciones diarias personales muchas veces no dejan tiempo para analizar cosas como éstas; pero paradójicamente, los medios de comunicación tienen mucho que ver para que la gente ignore hasta que punto ellos –la gente- son manipulados ideológicamente por ellos –los medios de comunicación-.
La monopolización de la información es una violación al criterio propio: difícil será tener criterio propio si uno al escuchar la radio, leer el diario o mirar el noticiero de la tele se encuentra con EL MISMO periodista en los tres medios. Multipliquemos esto por la cantidad de periodistas que trabajan para un mismo multimedio, y encontraremos la misma opinión a toda hora en toda vía de información. A eso sumémosle que el multimedios comunicacional le dicta libreto a sus periodistas, les dice que línea de noticias hay que darle a la sociedad y en que tono, y así el final de la cadena es el criterio propio de la gente anulado completamente por la tendenciosa información que se desparrama como el semen de la violación informativa.
El resultado es que la masa termina creyendo, opinando y sosteniendo todo lo que se informa; sin siquiera permitirse –la masa- un preservativo de criterio propio para poder analizar desde dónde le llega la información y con qué intenciones.
Se termina dando por palabra santa absolutamente todo lo que recibimos como información, cuando en la mayoría de las veces esa información es tendenciosa, contaminada y mentirosa.
Ésta manipulación de la opinión pública, llevada a cabo por la poderosa maquinaria de los medios de comunicación va uniformando a la gente detrás de los intereses del monopolio comunicacional alejando la realidad de las cosas y haciendo cómplice ignorante a la masa de los verdaderos intereses de los medios de comunicación; intereses que son, por su puesto, económicos mas que informativos.
Y así, la sociedad se compone de miles –millones- de repetidores de los intereses de los medios de comunicación. No ser termina comentando lo que sucede, sino lo que los medios de comunicación quieren que suceda; lo que los medios de comunicación quieren que la gente repita como autómatas en la cola del pan, en el viaje en taxi, en el bar de la esquina. Y así, ir instalando socialmente la idea y sensación que más les conviene a los comerciantes de la noticia y no a los intereses de la gente en general.
Es tan poderosa la maquinaria de los medios de comunicación que hasta utiliza como títeres a una gran masa de legisladores, que  de ser los representantes del pueblo pasan a ser voceros de los medios de comunicación, teniendo mejor asistencia frente a las cámaras de televisión que a las cámaras del Congreso. Claro, éstos legisladores entienden el juego: la televisión les dará a ellos –los legisladores- una promoción mayor que sus propios proyectos políticos; ya sea porque carecen de todo proyecto político o porque cualquier herramienta les viene bien para no perder una mordida de una porción de la torta, aunque mas no sea.
Y en medio de ésta desverguenza, la gente. Nosotros, bah. Dejándonos llenar la cabeza con lo primero que queremos creer, sin siquiera tomarnos el tiempo para analizar si eso que nos están informando es lo que sucede, o lo que a los medios de comunicación les conviene que suceda.
Y nunca, nunca, los intereses de los medios de comunicación son los mismos que los de la gente.
A las noticias no les interesa la gente. A la gente, parece no importarle.

1 comentario:

  1. De acuerdo con tu editirial ,ademas no crees que estamos sobresaturados de informacion?que son tantas las fuentes que se hace muy dificil prosesar todo (por lo menos a mí)y no le damos a un tema el tiempo y la atencion necesaria que ya la realidad nos lleva a otro si haber prufundisado ni escuchado otra campana?

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