domingo, 21 de noviembre de 2010

Sapos Extraterrestres


Seguramente serán muchos los que conozcan el llamado “Caso Roswell”, ése presunto accidente extraterrestre ocurrido en Roswell, Estados Unidos, en  Julio de 1947. Una supuesta nave alienígena se estrella en el desierto, y el ejército estadounidense captura los restos junto con supuestos tripulantes.
Libros, películas, documentales, aparecieron en cascada desde entonces. Y, claro, los medios de comunicación no se lo iban a perder. Si hasta se pudo ver una eventual autopsia a uno de los malogrados extraterrestres por televisión.
El “Caso Roswell” sea tal vez el ejemplo paradigma de las veces que los medios de comunicación utilizan un tema para hacernos mirar hacia arriba, mientras por debajo suceden las cosas reales.
Casi sin darnos cuenta, día a día los medios nos engolosinan con Roswells de todo tipo, y nosotros degustamos de ésos sapos extraterrestres y actuamos como si no sucediera otra cosa más que eso.

Los Roswells que solemos devorar servidos por los medios pueden ir desde las declaraciones de Susana Giménez sobre la pena de muerte, hasta una sospechosa seguidilla de choques producidos por colectivos.
¿No se han fijado ustedes que, a veces hay épocas en que de pronto se “descubre” que varias líneas de colectivos no cuentan con sus unidades en perfecto estado, y son protagonístas de accidentes todos los días?. O por ejemplo, de pronto, de la nada, explota un big bang de hechos delictivos que tienen a ancianos jubilados como víctimas de robos. Y también nos venden Roswells más frívolos: el cambio de pareja constante de la vedette de turno, de cambios tan constantes como de guantes un cirujano.
Y no es que éstas cosas no sucedan casi todos los días; lo absurdo es la mecánica con que los medios de comunicación suelen bombardearnos con ellos: sucede por oleadas, como una marea repetitiva.
Cuando el Roswell de turno ocupa los medios, pareciera que no sucede otra cosa; y permanecemos el tiempo así, embobados con el alien del momento, mientras a nuestras espaldas – o lo que es peor, bajo nuestras narices- suceden las verdaderas cosas que nos involucran como sociedad, pero nadie les presta atención porque el batracio espacial se nos presenta hasta en el horóscopo del chicle Bazooka.

No es nueva la táctica de mantener a la sociedad distraída con algún tema mientras la realidad pasa por otro lado.
Volvamos al cielo: en la década del 70 florecían ovnis y extraterrestres por todos lados, mientras en la tierra dejaban de verse personas.
No pocas veces los medios presentan como cuestión de estado si tal jugador o tal otro merece la número 10 en la selección, mientras los maestros gritan a cuatro voces que con un plan educativo así no hay futuro de país; y el tema ocupa menos espacio que el servicio meteorológico en los noticiarios.
Inocentemente (o no tanto) nos dejamos invitar a un banquete de sapos extraterrestres que consumimos con terrible gula.
Será hora de que comencemos la dieta de la razón, y tiremos a la basura las noticias chatarras que por dos pesos más nos agrandan el combo con papas fritas.

1 comentario:

  1. ......... la década del 70 florecían ovnis y extraterrestres por todos lados, mientras en la tierra dejaban de verse personas.........
    Es la frace de la semana,muy buena la comparacion del ""caso ROSWELL""con la contaminacion informativa que estamos sufriendo

    ResponderEliminar